¿QUÉ SON LOS TRAUMAS COLECTIVOS? ¿Y CÓMO ENFRENTARLOS?
Un suceso traumático es un acontecimiento negativo intenso que surge de forma brusca, que resulta inesperado e incontrolable y que pone en peligro la integridad física o psicológica de una persona que se muestra incapaz de afrontarlo, tiene consecuencias dramáticas para la víctima, especialmente de terror e indefensión.
La persona que vive este tipo de incidentes no espera encontrarse con este tipo de experiencias.
Cómo se define un trauma colectivo
Los traumas colectivos se producen en un territorio o espacio donde residen o se encuentran grupos de personas que son afectados por algún tipo de estos incidentes. Pueden categorizarse en varios tipos:
- Intencionados: terrorismo, secuestros, guerras y torturas
- No intencionados: accidentes y catástrofes naturales.
El daño psicológico es mayor en los casos en que han sido eventos intencionados (terrorismo, secuestros y torturas) en los no intencionados el daño psicológico suele ser menor. Además a mayor intensidad de los hechos, mayor intensidad de los síntomas.
El daño psicológico cursa en tres fases:
Fase 1: existe una reacción de sobrecogimiento, parecida al enturbiamiento de la conciencia con un embotamiento global.
Fase 2: tras la anterior fase se abren paso vivencias afectivas de carácter más dramático: dolor, indignación, rabia, impotencia, culpa, miedo que alternan con momentos de abatimiento y depresión.
Fase 3: se establece una tendencia a revivir el suceso, ya sea de manera espontánea o por algún estimulo concreto asociado que recuerda el incidente traumático.
Vulnerabilidad al trauma
La vulnerabilidad al trauma va a depender de múltiples factores:
Gravedad del hecho traumático: esta variable tiene que ver con la gravedad de los hechos, duración del evento, consecuencias posteriores, las heridas posteriores o perdidas familiares, la doble victimización.
Equilibrio psicológico de la víctima: tales como el estado de salud y la capacidad de adaptación actual a la vida cotidiana.
Las personas que tienen problemas previos como ansiedad o depresión previos al evento traumático así como una historia de abusos en la infancia, maltrato infantil son predictores de un menor ajuste y dificultades de adaptación a la situación vivida.
Los traumas Colectivos
Los traumas colectivos se generan por incidentes del tipo catástrofes naturales (tsunamis, terremotos, etc) ataques terroristas, secuestros masivos, la trata de mujeres y niñas, l@s refugiados y las personas que están en países en guerra.
¿Cómo reaccionamos ante una experiencia traumática? Podemos presentar:
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- Emociones extremas y vivencias de caos y confusión durante el hecho.
- Fragmentación del recuerdo, se pueden producir síntomas de amnesia o disociación.
- Sensación de absurdo, horror, ambivalencia, desconcierto, humillación, desamparo.
- Repliegue emocional y afectivo en el que pueden aparecer sentimientos de desconfianza, hipervigilancia, miedo, culpa, pesadillas, insomnio, tristeza (estado depresivo) y ansiedad. Además puede aparecer el trastorno de estrés postraumático
- Duelo intenso y desesperanza.
- Necesidad de reconstruir lo ocurrido y rellenar los espacios buscando un sentido o un nuevo final.
- Cuestionamiento de uno mismo y de su posición en el mundo.
- Cuestionamiento de presunciones básicas sobre la bondad del ser humano y su carácter cercano, la predictibilidad del mundo, la capacidad de control sobre la propia vida.
- Que con lleva procesos personales de reformulación e integración de la experiencia humana y desencadena elementos de crecimiento postraumático.
¿Cómo enfrentar los traumas?
Lo vital es reconocer la sintomatología que hemos mencionado y reconocer la necesidad de ponernos en manos de una profesional de la atención psicológica experta en estos temas.
Lo primero es intentar brindar a la persona que ha sobrevivido a un trauma, un espacio de seguridad y calma. Se trata de aliviar el sufrimiento y atender a las necesidades básicas, facilitar el restablecimiento de la vida cotidiana, sin forzar a nada.
Lo prioritario de la intervención psicológica es proporcionar alivio a los síntomas más graves (insomnio, pesadillas, ansiedad intensa y estado depresivo) y que se puedan abordar, es necesario evaluar los recursos personales para hacer frente al dolor y el trauma y no precipitarnos a enfrentar al paciente a un umbral alto de exposición y que no sea capaz de vivenciarlos evitando la doble traumatización.
Luego es necesario abordar el núcleo del trauma (síntomas de re-experimentación de lo vivido, síntomas de evitación y de reacción de alarma). Y por último es regular las emociones, recuperar la autoestima y la confianza en las demás personas que se ha visto perdida.
Este proceso es un proceso largo que requiere de una buena alianza terapéutica entre paciente y terapeuta, en la que el terapeuta debe facilitar la confianza para abordar los traumas y el dolor que ha sufrido la persona y el paciente depositar su confianza en el terapeuta.
La idea es que la persona vuelva a integrarse a su vida cotidiana, con los sentimientos de cierta calma y tranquilidad para enfrentar su proyecto de vida.
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