Control de la ira

¿Qué es la ira?

La ira es una emoción humana que al igual que el resto de emociones, nos permite sobrevivir. Forma parte de lo que entendemos como emociones negativas como lo son el miedo y la tristeza. Estas emociones nos sirven para defendernos de los peligros, de modo que si aparecen nos permiten protegernos.

La ira nos permite poner límites a los demás cuando lo que hacen nos molesta o nos daña. La ira es una reacción emocional que se pone en marcha como voz de alarma ante sucesos que consideramos agresiones. Reduce el miedo y nos hace sentir con la energía necesaria para actuar. Cuando nos enfadamos nuestro corazón se acelera, nos enrojecemos, sudamos, los músculos se tensan y sentimos que aumenta la energía de nuestro cuerpo.

Hablamos de una problemática de la ira cuando la experimentamos de una forma demasiado intensa o sentimos que está fuera de nuestro control y se vuelve destructiva. Entendemos por ira conductas violentas como golpear objetos y pegar, pero también lo son insultar, humillar, gritar o decir cosas con la intención de herir.

La ira nos defiende en situaciones que vivimos como agresivas o amenazantes como cuando tenemos miedo, nos sentimos inseguros, tenemos celos, no sabemos cómo actuar, sentimos que no controlamos la situación o sentimos que el otro nos está atacando. Perdemos el control no tanto por lo que sucede, sino por lo que interpretamos que está sucediendo. Por lo que más que lo que pasa, importa lo que la persona cree que está ocurriendo y cómo a partir de ello se siente, piensa y actúa.

Además, la ira puede acarrear otros problemas como la depresión, sentimientos de culpa, baja autoestima, problemas cardíacos, hipertensión o problemas digestivos.

¿Te sientes fuera de control?

Es posible que suelas callarte y tragarte las emociones hasta que ya no puedes más. También que te frustre enormemente no conseguir lo que esperabas o que los acontecimientos no se desarrollen como querías. Puedes pensar sobre la gente que se gana o se pierde, o que no te respetan y hacen cosas para fastidiarte. 

Sueles perder el control cuando ves algo injusto y te quedas enganchado con ese tema, te cuesta pensar con claridad y despúes de enfadarte te averguenzas porque el enfado tiene consecuencias en tus relaciones. 

Conoce un poco más de tu ira respondiendo a estas preguntas…

¿Por qué elegirnos?

Te ofrecemos una atención integral, que atienda a tus necesidades de recuperación del bienestar físico, psicológico y social. Nuestros profesionales cuentan con una extensa experiencia y están altamente cualificados para ayudarte. Buscamos que desde el inicio del tratamiento puedas empezar a sentirte mejor. Por ello ponemos a tu disposición un espacio seguro donde te sientas escuchado y comprendido para ayudarte a superar tus preocupaciones y mejorar tu calidad de vida.

Tratamiento del control de la ira en Cepsim Avenida de América

Evaluación

Llevamos a cabo una valoración exhaustiva del problema para comprender cómo hemos llegado hasta la situación actual. Por ello, se requiere de psicólogos especializados en el tratamiento del control de la ira. Es así como podemos seleccionar las estrategias más indicadas para cada persona para solucionar el problema.

Aprender nuevas estrategias

Ponemos en marcha nuevas estrategias efectivas de manejo de los estados emocionales negativos y de los estallidos de la ira, como la técnica del semáforo, o el tiempo fuera entre otros. 

Técnicas

Utilizamos técnicas innovadoras que han demostrado ser eficaces para el control de la ira: EMDR, Terapia sensoriomotriz, Gestalt, Terapia relacional, Terapia cognitivo-conductual y terapia humanista.

¿Qué conseguiré con la terapia?

Gestión emocional

Manejo de sobre las propias emociones. Las emociones son reacciones a lo que vivimos y cómo lo interpretamos, pero siempre tenemos margen de actuación para canalizarlas y decidir qué hacer con ellas.

Comunicar asertivamente

Habilidades para comunicar sin emplear estallidos de enfado o no comunicar. Poder decir lo que necesitas realmente, pues debajo de la ira a veces hay mucha soledad, incomprensión o tristeza. 

La asertividad no es sólo un término de moda, es una capacidad positiva para la vida social, porque permite poner límites para que no nos hagan daño, sin hacer daño a otros. Es decir: defendernos, expresar las opiniones, deseos y necesidades propios de forma honesta sin ser agresivo, respetando al otro.

Mejorar las relaciones

La consecuencia de los estallidos de ira es que tarde o temprano las personas se alejan y las relaciones se vuelven tóxicas. Por eso la consecuencia del tratamiento y su objetivo es aprender una forma sana de relacionarse para tener relaciones estables y duraderas. 

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En este vídeo te mostramos una técnica para manejar tu enfado