Especialistas en trauma

Este centro constituye una Unidad Especializada en Trauma. Cuando hemos vivimos un trauma concreto (abuso sexual, bullying o mobbing, malos tratos, o catástrofes naturales) o sufrimos traumas en la infancia; existe una información almacenada en nuestra mente, que al no poder integrarse de forma adaptativa, permanece emocionalmente activa, ocasionando todo tipo de síntomas y malestares en el presente, cuando aparentemente, todo marcha bien en la vida.

Para poder trabajar con personas con traumas, nos formamos anualmente en las últimas técnicas validadas para trauma, eficaces para disminuir la carga emocional para que la información se integre de una forma más adaptativa mediante el procesamiento de esa información: como el EMDR, la hipnosis, la re-guionización, la terapia narrativa, el Sistema de Familia Interna o los modelos de tratamiento de la disociación. Así es que el equipo cuenta con un amplio conocimiento y experiencia sobre el estrés post traumático y la disociación.

Somos conscientes de que esto sólo se puede producir cuando se establece una relación terapéutica de calidad, basada en la confianza, el respeto, la autenticidad y la aceptación sin juzgar. Muchos pacientes acuden a consulta con vergüenza, miedo, rechazo o culpa, al contar lo que les aflige. Tratamos entonces que la terapia se convierta en un espacio seguro y empático para abordar sus problemas. En este sentido, damos mucha importancia a la relación que se establece entre cada terapeuta y cada paciente, que colaboran en conjunto buscando como meta principal la recuperación, procurando el alivio del sufrimiento en todas sus vertientes.

¿Qué es un trauma?

Se denomina trauma a un término de origen griego, el cual significa “herida”, es una lesión provocada por un agente externo.

Se habla de traumas físicos cuando es resultado de un golpe y se da una “avería” del cuerpo y de traumas psicológicos como resultado de un suceso de gran intensidad emocional que cercena el bienestar, el funcionamiento mental de la persona adulta o altera grave y profundamente el desarrollo del funcionamiento, nivel de procesamiento y estructura mental infantil y se da la ruptura/herida del “alma”.

Es la reacción psicológica ante cualquier suceso o acontecimiento, el cual no tiene cabida en las experiencias humanas naturales y habituales, que tiene lugar de forma inesperada, incontrolable, violenta, traducido desde un punto de vista amenazante o de ataque; el cual pone en peligro la integridad psicológica, fractura el sentimiento de seguridad de la persona en sí misma y su capacidad de afrontarlo, además de inseguridad hacia las personas de su alrededor y el entorno en el que vive.

Se pone en jaque la confianza como derecho fundamental básico, generando respuestas envueltas en miedo/ terror e indefensión en personas adultas y en desorganización y agitación en niños/as. Esta experiencia provoca una sobrecarga o colapso, derivado de la imposibilidad de nuestros mecanismos de afrontamiento para manejar y dar respuesta a esta situación, afectando a su elaboración o integración (síntesis), quedando cristalizadas todas las emociones, reacciones físicas, pensamientos y comportamientos unidos a esta. El cerebro, para poder operar y entender el mundo, los almacena en la memoria de manera fragmentada.

Tipos de traumas

Los traumas psicológicos derivados de sucesos no intencionados, así como los traumas psicológicos resultado de sucesos intencionados se les puede añadir la variable de intensidad pudiendo ser masivos e incuestionables y/o pequeños y moderados. Otro factor que influye es la duración y repetición convirtiéndoles así en únicos y aislados y/o acumulativos y recurrentes.

1. Los Sucesos no intencionados son: Las catástrofes naturales y los accidentes.
2. Los Sucesos intencionados son: Acoso laboral, abusos y agresiones sexuales en la edad adulta; violencia de género, relaciones de pareja violentas, rupturas tormentosas de pareja; mandatos sociales de género que limitan y frustran los proyectos y expectativas de vida soñados; familias con vínculos de apego desorganizados, ambivalentes y/o evitativos; actos de terrorismo, secuestro y tortura; muerte de un hijo (duelo contra natura); muerte inesperada y violenta de una persona querida; estos acontecimientos podrían ser causa de traumas psicológicos en la edad adulta  

Abuso y agresión sexual infantil; negligencia, maltrato infantil intra familiar; acoso escolar/bullying etc… Estos acontecimientos podrían ser causa de traumas psicológicos infantiles.

¿Qué síntomas se producen y cómo nos afectan?

Las heridas psíquicas a los que nos hemos referido anteriormente como traumas psicológicos, se materializan en síntomas. El síntoma es la forma en la que nuestro cerebro ha encontrado el modo de dar salida y elaborar el suceso que ha provocado esa sobrecarga o colapso emocional.

Los principales síntomas de los traumas psicológicos son:

1. Traumas psicológicos carácter físico: Insomnio, pesadillas, irritabilidad, dificultades en la modulación y regulación de la ira/furia, desregulación biológica, espacios de pérdida de memoria a corto y medio plazo, dificultad en la concentración y falta de atención en operaciones cognitivas simples y cotidianas; estado de hipervigilancia y sensibilidad sensorial (olores, sonidos…); tensión muscular, problemas digestivos, dolores crónicos (cabeza, articulaciones…), problemas cardiovasculares, pulmonares.
2. Traumas psicológicos carácter emocional: Desregulación emocional generalizada, adormecimiento psíquico, estrés, ansiedad, angustia, tristeza, sentimientos negativos y deprimidos, baja confianza en sí mismo y en lo que nos rodea, miedo intenso/pánico, sentimiento de incapacidad, culpabilidad asociada a augurios como “si yo hubiese dicho o hecho…”- culpa crónica, vergüenza, sensación de incomprensión síntomas disociativos: distorsiones en la percepción, alteraciones de la realidad, enlentecimiento de las escenas (desrealización); percepción del propio individuo desde otra perspectiva (despersonalización); amnesia focalizada y parcial en momentos del suceso traumático; acciones de agresión hacia uno mismo (conductas autoliticas y de suicidio) ; conductas impulsivas y arriesgadas ; consumo de sustancias /drogodependencia; alteración de las conductas sexuales- disfunciones sexuales.

¿Qué consecuencias tienen los traumas?

Los traumas psicológicos y/o secuelas emocionales o cicatrices psicológicas producidas por el daño psíquico del trauma vivido (suceso único) y el horror /miedo intenso a la anticipación de la aparición de los sucesos acumulativos y recurrentes, pueden concluir en el desarrollo de trastornos psicológicos; ansiedad/ansiedad generalizada, depresión, trastorno de estrés agudo, trastornos de estrés postraumático (TEP), trastornos de pánico, trastornos relacionales- fobia social/aislamiento y trastornos disociativos, esquizofrenia, trastornos límites de la personalidad (TLP).

¿Se pueden evitar los traumas psicólogicos? ¿Qué se debe hacer?

No, ya que el suceso y/o experiencia traumática que desencadena el trauma psicológico se produce de manera sorpresiva, repentina e inesperada.

Como factor de protección del individuo es muy necesario abordar dicho trauma a través de un tratamiento, ya que si no es así el daño o herida del suceso traumático tiende a cronificarse y a comprometer o alterar el funcionamiento de nuestro cerebro.

Un trauma psicológico tratado de manera inadecuada o no tratado en el momento oportuno puede dejar a la persona con una lesión emocional y/o contusión psíquica, lo cual desencadenara en conductas compensatorias que paradójicamente empeoran el estado inicial en el que se encontraba el individuo. Estas son puestas en marcha en forma de respuesta desesperada para conseguir una disminución del intenso dolor emocional resultado de la situación o suceso traumático.

Tratamiento del trauma en Cepsim Avenida de América

Probablemente el individuo habrá intentado dar solución y disminuir ese dolor emocional, psíquico crónico por su cuenta, pero es imprescindible que sea acompañado, guiado por un/a profesional especializado/a en diversas técnicas que facilite el acceso al trauma. Y pueda encontrar y establecer una alianza/vínculo seguro, en donde experimentar y sentir validación empática, contención, comprensión y un espacio único y propio para compartir y elaborar las vivencias traumáticas.

El trauma es la antítesis del empoderamiento: “es un hecho que nos hace sentir vulnerable, nos deja sin esperanzas y sin estabilidad.”.

El cerebro humano está dotado de gran plasticidad y posibilidad de recuperación o mejora. Como se decía anteriormente la inmediatez del abordaje del trauma psicológico a través de un tratamiento terapéutico es clave.

El centro de Psicología Cepsim está formado por un equipo multidisciplinar de profesionales de la psicología/psicoterapia, que apuestan por terapias cuyo objetivo es ir al origen del trauma, que promueva y procure el bienestar de las personas y ayude a mejorar su calidad de vida. Donde cada psicólogo/a altamente especializado/a, pone en práctica técnicas vanguardistas, innovadoras y apropiadas al servicio de las necesidades, biografía, mecanismos y estrategias de defensa de cada persona en particular. Donde se facilite la reestructuración de recuerdos y disminución del impacto negativo (Hipnosis), se de significado a lo ocurrido mediante la estimulación sensorial (EMDR), se trabaje a través de ejercicios mentales que ayuden a paliar el malestar mental (Minfulness), técnicas de integración cerebral, todas ellas con comprobada eficacia en el tratamiento de los traumas psicológicos /emocionales.

Si en la actualidad te encuentras inmersa/o en situaciones o momentos de malestar emocional (tristeza, angustia, miedo, ira…), insatisfacción vital, sensación de vacío e incapacidad, desilusión, desmotivación, sentimiento de desconfianza, dificultades de relación, desestabilización del estado de ánimo, o nerviosismo incontrolado; no dudes en llamarnos.